• 목록
• 답변
• 글쓰기
• 게시판 리스트 옵션
  • 수정
  • 삭제

Desde su sutil aroma a ajo hasta su satisfactoria textura jugosa, un plato con trufas congeladas seguramente será un deleite. La trufa blanca tiene un aroma potente y agradable. Los perros son más amigables, marcan el lugar donde está la trufa delicadamente y, ahora, es allí donde comienza el trabajo de la persona que acompaña al perro. Una vez el perro localiza la trufa, se extrae con cuidado y después se ponen más esporas de trufa en el mismo hoyo, para que siga produciendo. Desde que se recolecta la trufa hasta que llega al domicilio del comprador hay muy poca manipulación: "Una vez que las recogen los truficultores, las llevamos a nuestro punto de logística y se almacenan hasta el momento en el que van a salir, con la tierra que puedan llevar cuando se han sacado. Lo mejor es, una vez que te llega la trufa, la metes en un tupper de cristal y dentro metes unos huevos o queso y lo dejas 48 horas. Te haces unos huevos, una tortilla de patata y la trufa sigue estando intacta y la puedes seguir utilizando hasta 10 días.

Yo solo sé que hasta en el Parque Fundidora he encontrado", finaliza Rodríguez. Al realizar la microdosificación, se recomienda que tomes nota de los efectos. Tomen buena nota porque tiene su miga: "Utilizar la trufa rallada para por encima de un plato de pasta está muy bien pero no es la mejor manera de rentabilizar una trufa. Señora Grandet, ¿hemos sido en realidad usted y yo los que hemos criado una hija desobediente como ésta? Mas tan pronto como, después de haber destruído la excelsa ciudad de Príamo, nos embarcamos en las naves y una deidad dispersó á los aqueos, Júpiter tramó en su mente que fuera luctuosa la vuelta de los argivos; que no todos habían sido sensatos y justos, y á causa de ello les vino á muchos una funesta suerte por la perniciosa cólera de la deidad de los brillantes ojos, hija del prepotente padre, la cual suscitó entre ambos Atridas gran contienda. Es la hija del protagonista de este reportaje. Rodríguez nos dice que este tiempo soleado no le viene bien a la trufa: "Para que tenga más aroma la trufa tiene que tener mucho frío", aclara la experta.

La trufa es aroma y todos los productos grasos porosos van a absorber ese aroma. Al parecer, a la trufa le gusta más éste que otros. 346 «Júpiter y los otros dioses inmortales nos libren de que vosotros os vayáis de mi lado para volver á la velera nave, como si os fuerais de junto á un varón que carece de ropa, del lado de un pobre, en cuya casa no hay mantos ni gran cantidad de colchas para que él y sus huéspedes puedan dormir blandamente. No descartan además, embarcarse en otros proyectos que tengan que ver con el turismo, como ofrecer la posibilidad de rutas por el campo para descubrir trufas y setas secas. La bióloga, que empezó su carrera profesional trabajando en una bodega de un pueblecito de Soria, comenta que Trufbox no podría estar en una gran ciudad como Madrid porque se perdería esa necesaria conexión con el campo y con los productores de trufa.

La finca en la que estamos es una finca joven, de unos 8 años, y la producción semanal está rondando los 4 kilos de trufas negras melanosporum frescas. Gestionan una producción propia de trufa negra, en la que nos encontramos, donde hay unas 1.600 encinas. Para ello se necesita una pequeña encina que ha sido impregnada previamente con esporas o micelio de una trufa. Dejamos a los perretes (que suelen trabajar unas 6/7 horas al día) y nos volvemos a la ciudad, no sin antes recibir unos valiosos consejos sobre cómo usar la trufa en la cocina. Abierto el debate sobre la educación del príncipe Amado, se emitieron los pareceres más diferentes: unos opinaban que, para hacerle feliz, convenía enseñar al príncipe a mandar desde la niñez, con lo cual no le pesaría más tarde la corona en las sienes; otros, que era preciso adiestrarle en las armas para que adquiriese renombre de invencible, y hasta hubo un sabio que propuso que, para la dicha del príncipe, lo mejor era estrellarle la cabeza contra un muro, pues, no teniendo pecados, se iría de patitas a la gloria; por cuyo dictamen la reina Serafina, mandó que sus criados arrojasen al sabio por las escaleras a empellones.